Custodia

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Saludo

Bendición

domingo, 20 de noviembre de 2022

 Jesucristo, Rey del Universo, solemnidad

Hora Intermedia (Tercia)


(se hace la señal de la cruz mientras se dice:)

V/. -Dios mío, ven en mi auxilio.

R/. -Señor, date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo

como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya


 

Himno


El mundo brilla de alegría.

Se renueva la faz de la tierra.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.


Esta es la hora

en que rompe el Espíritu

el techo de la tierra,

y una lengua de fuego innumerable

purifica, renueva, enciende, alegra

las entrañas del mundo.


Esta es la fuerza

que pone en pie a la Iglesia

en medio de las plazas

y levanta testigos en el pueblo,

para hablar con palabras como espadas

delante de los jueces.


Llama profunda,

que escrutas e iluminas

el corazón del hombre:

restablece la fe con tu noticia,

y el amor ponga en vela la esperanza,

hasta que el Señor vuelva.


o bien:




Tu poder multiplica

la eficacia del hombre,

y crece cada día, entre sus manos,

la obra de tus manos.


Nos señalaste un trozo de la viña

y nos dijiste: «Venid y trabajad.»


Nos mostraste una mesa vacía

y nos dijiste: «Llenadla de pan.»


Nos presentaste un campo de batalla

y nos dijiste: «Construid la paz.»


Nos sacaste al desierto con el alba

y nos dijiste: «Levantad la ciudad.»


Pusiste una herramienta en nuestras manos

y nos dijiste: «Es tiempo de crear.»


Escucha a mediodía el rumor del trabajo

con que el hombre se afana en tu heredad.


Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Por los siglos. Amén.


o bien:




El trabajo, Señor, de cada día

nos sea por tu amor santificado,

convierte su dolor en alegría

de amor, que para dar tú nos has dado.


Paciente y larga es nuestra tarea

en la noche oscura del amor que espera;

dulce huésped del alma, al que flaquea

dale tu luz, tu fuerza que aligera.


En el alto gozoso del camino,

demos gracias a Dios, que nos concede

la esperanza sin fin del don divino;

todo lo puede en Él quien nada puede. Amén.


Salmo 117-I: Himno de acción de gracias después de la victoria


Ant: El Señor nos gobierna, el Señor nos da leyes, el Señor es nuestro rey, él es nuestra salvación.


Dad gracias al Señor porque es bueno,

porque es eterna su misericordia.


Diga la casa de Israel:

eterna es su misericordia.


Diga la casa de Aarón:

eterna es su misericordia.


Digan los fieles del Señor:

eterna es su misericordia.


En el peligro grité al Señor,

y me escuchó, poniéndome a salvo.


El Señor está conmigo: no temo;

¿qué podrá hacerme el hombre?

El Señor está conmigo y me auxilia,

veré la derrota de mis adversarios.


Mejor es refugiarse en el Señor

que fiarse de los hombres,

mejor es refugiarse en el Señor

que fiarse de los jefes.


Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo

como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.


Salmo 117-II:


Todos los pueblos me rodeaban,

en el nombre del Señor los rechacé;

me rodeaban cerrando el cerco,

en el nombre del Señor los rechacé;

me rodeaban como avispas,

ardiendo como fuego en las zarzas,

en el nombre del Señor los rechacé.


Empujaban y empujaban para derribarme,

pero el Señor me ayudó;

el Señor es mi fuerza y mi energía,

Él es mi salvación.


Escuchad: hay cantos de victoria

en las tiendas de los justos:

«la diestra del Señor es poderosa,

la diestra del Señor es excelsa,

la diestra del Señor es poderosa.»


No he de morir, viviré

para contar las hazañas del Señor.

Me castigó, me castigó el Señor,

pero no me entregó a la muerte.


Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo

como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.


Salmo 117-III:


Abridme las puertas del triunfo,

y entraré para dar gracias al Señor.


- Esta es la puerta del Señor:

los vencedores entrarán por ella.


- Te doy gracias porque me escuchaste

y fuiste mi salvación.


La piedra que desecharon los arquitectos

es ahora la piedra angular.

Es el Señor quien lo ha hecho,

ha sido un milagro patente.


Este es el día en que actuó el Señor:

sea nuestra alegría y nuestro gozo.

Señor, danos la salvación;

Señor, danos prosperidad.


- Bendito el que viene en nombre del Señor,

os bendecimos desde la casa del Señor;

el Señor es Dios, él nos ilumina.


- Ordenad una procesión con ramos

hasta los ángulos del altar.


Tú eres mi Dios, te doy gracias;

Dios mío, yo te ensalzo.


Dad gracias al Señor porque es bueno,

porque es eterna su misericordia.


Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo

como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.


Ant: El Señor nos gobierna, el Señor nos da leyes, el Señor es nuestro rey, él es nuestra salvación.


Lectura


Col 1,12-13

Damos gracias a Dios Padre, que nos ha hecho capaces de compartir la herencia del pueblo santo en la luz. Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas, y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido.


V/. El Señor se sienta como rey eterno.

R/. El Señor bendice a su pueblo con la paz.



Oremos:


Dios todopoderoso y eterno, que quisiste fundar todas las cosas en tu Hijo muy amado, Rey del universo, haz que toda la creación, liberada de la esclavitud del pecado, sirva a tu majestad y te glorifique sin fin. Por Jesucristo nuestro Señor.

Amén.

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