Custodia

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Saludo

Bendición

domingo, 20 de noviembre de 2022

 


Jesucristo, Rey del Universo, solemnidad
Vísperas

(se hace la señal de la cruz mientras se dice:)
V/. -Dios mío, ven en mi auxilio.
R/. -Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya

 
Himno

Oh Príncipe absoluto de los siglos,
oh Jesucristo, Rey de las naciones:
te confesamos árbitro supremo
de las mentes y de los corazones.

Oh Jesucristo, Príncipe pacífico,
somete a los espíritus rebeldes,
y haz que encuentren rumbo los perdidos,
y que en un solo aprisco se congreguen.

Para eso pendes de una cruz sangrienta
y abres en ella tus divinos brazos;
para eso muestras en tu pecho herido
tu ardiente corazón atravesado.

Glorificado seas, Jesucristo,
que repartes los cetros de la tierra;
y que contigo y con tu eterno Padre
glorificado el Paráclito sea. Amén.

Salmo 109,1-5.7: El Mesías, Rey y Sacerdote

Ant: Se sentará para siempre sobre el trono de David y sobre su reino. Aleluya.

Oráculo del Señor a mi Señor:
«Siéntate a mi derecha,
y haré de tus enemigos
estrado de tus pies».
Desde Sión extenderá el Señor
el poder de tu cetro:
somete en la batalla a tus enemigos.

«Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,
entre esplendores sagrados;
yo mismo te engendré, como rocío,
antes de la aurora».

El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:
«Tú eres sacerdote eterno,
según el rito de Melquisedec».

El Señor a tu derecha, el día de su ira,
quebrantará a los reyes.
En su camino beberá del torrente,
por eso, levantará la cabeza.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant: Se sentará para siempre sobre el trono de David y sobre su reino. Aleluya.

Salmo 144-A: Himno a la grandeza de Dios

Ant: Tu reinado es un reinado perpetuo, tu gobierno va de edad en edad.

Te ensalzaré, Dios mío, mi rey;
bendeciré tu nombre por siempre jamás.

Día tras día, te bendeciré
y alabaré tu nombre por siempre jamás.

Grande es el Señor, merece toda alabanza,
es incalculable su grandeza;
una generación pondera tus obras a la otra,
y le cuenta tus hazañas.

Alaban ellos la gloria de tu majestad,
y yo repito tus maravillas;
encarecen ellos tus temibles proezas,
y yo narro tus grandes acciones;
difunden la memoria de tu inmensa bondad,
y aclaman tus victorias.

El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas.

Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas;

explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant: Tu reinado es un reinado perpetuo, tu gobierno va de edad en edad.

Apocalipsis 19,1-7: Las bodas del Cordero

Ant: En la capa y en el muslo lleva escrito un título: «Rey de reyes y Señor de señores.» A él corresponden la gloria y el poder por los siglos de los siglos.

Aleluya.
La salvación y la gloria y el poder son de nuestro Dios,
porque sus juicios son verdaderos y justos.
Aleluya.

Aleluya.
Alabad al Señor, sus siervos todos,
los que le teméis, pequeños y grandes.
Aleluya.

Aleluya.
Porque reina el Señor, nuestro Dios, dueño de todo,
alegrémonos y gocemos y démosle gracias.
Aleluya.

Aleluya.
Llegó la boda del Cordero,
su esposa se ha embellecido.
Aleluya.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant: En la capa y en el muslo lleva escrito un título: «Rey de reyes y Señor de señores.» A él corresponden la gloria y el poder por los siglos de los siglos.

Lectura

1Co 15,25-28
Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de sus pies. El último enemigo aniquilado será la muerte. Porque Dios ha sometido todo bajo sus pies. Pero, al decir que lo ha sometido todo, es evidente que excluye al que le ha sometido todo. Y, cuando todo esté sometido, entonces también el Hijo se someterá a Dios, al que se lo había sometido todo. Y así Dios lo será todo para todos.

V/. Tu trono, oh Dios, permanece para siempre.
R/. Tu trono, oh Dios, permanece para siempre.
V/. Cetro de rectitud es tu cetro real.
R/. Permanece para siempre.
V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
R/. Tu trono, oh Dios, permanece para siempre.

Cántico Ev.

Ant: «Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra», dice el Señor.

(se hace la señal de la cruz mientras se comienza a recitar)
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant: «Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra», dice el Señor.

Preces

Oremos, hermanos, a Cristo Rey, que es anterior a todo, y en quien todo se mantiene unido, y pidamos:
Venga a nosotros tu reino, Señor
  • - Cristo, rey y pastor nuestro, congrega a tus ovejas de entre los pueblos
    y apaciéntalas en ricos pastizales y en fértiles dehesas.
  • - Guía y salvador nuestro, reúne a todos los hombres en un solo pueblo; cura a los enfermos, busca a los que se han perdido, guarda a los fuertes,
    llama a los alejados, recoge a los descarriados, alienta a los desanimados.
  • - Juez eterno, cuando devuelvas a Dios Padre tu reino, ponnos a tu derecha
    y haz que heredemos el reino preparado para nosotros desde la creación del mundo.
  • - Príncipe de la paz, quebranta las armas de la guerra
    y anuncia la paz a las naciones.
  • - Heredero de las naciones, haz entrar a la humanidad, con todo lo bueno que tiene, en el reino de tu Iglesia, que el Padre ha puesto en tus manos,
    para que todos, unidos en el Espíritu Santo, te reconozcamos como nuestra cabeza.
  • - Cristo, primogénito de entre los muertos y el primer resucitado de entre ellos,
    admite a los difuntos en la gloria de tu reino.

Terminemos nuestras preces con la oración que nos enseñó el Señor:

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.

Final

Dios todopoderoso y eterno, que quisiste fundar todas las cosas en tu Hijo muy amado, Rey del universo, haz que toda la creación, liberada de la esclavitud del pecado, sirva a tu majestad y te glorifique sin fin. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén.

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