Custodia

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Saludo

Bendición

viernes, 23 de diciembre de 2022

Tercia +

 San Juan de Kety, presbítero, conmemoración

Hora Intermedia (Tercia)


(se hace la señal de la cruz mientras se dice:)

V/. -Dios mío, ven en mi auxilio.

R/. -Señor, date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo

como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya


 

Himno


El mundo brilla de alegría.

Se renueva la faz de la tierra.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.


Esta es la hora

en que rompe el Espíritu

el techo de la tierra,

y una lengua de fuego innumerable

purifica, renueva, enciende, alegra

las entrañas del mundo.


Esta es la fuerza

que pone en pie a la Iglesia

en medio de las plazas

y levanta testigos en el pueblo,

para hablar con palabras como espadas

delante de los jueces.


Llama profunda,

que escrutas e iluminas

el corazón del hombre:

restablece la fe con tu noticia,

y el amor ponga en vela la esperanza,

hasta que el Señor vuelva.


o bien:




Tu poder multiplica

la eficacia del hombre,

y crece cada día, entre sus manos,

la obra de tus manos.


Nos señalaste un trozo de la viña

y nos dijiste: «Venid y trabajad.»


Nos mostraste una mesa vacía

y nos dijiste: «Llenadla de pan.»


Nos presentaste un campo de batalla

y nos dijiste: «Construid la paz.»


Nos sacaste al desierto con el alba

y nos dijiste: «Levantad la ciudad.»


Pusiste una herramienta en nuestras manos

y nos dijiste: «Es tiempo de crear.»


Escucha a mediodía el rumor del trabajo

con que el hombre se afana en tu heredad.


Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Por los siglos. Amén.


o bien:




El trabajo, Señor, de cada día

nos sea por tu amor santificado,

convierte su dolor en alegría

de amor, que para dar tú nos has dado.


Paciente y larga es nuestra tarea

en la noche oscura del amor que espera;

dulce huésped del alma, al que flaquea

dale tu luz, tu fuerza que aligera.


En el alto gozoso del camino,

demos gracias a Dios, que nos concede

la esperanza sin fin del don divino;

todo lo puede en Él quien nada puede. Amén.


Salmo 118,161-168: XXI (Sin)


Ant: Los profetas anunciaron que el Salvador nacería de la Virgen María.


Los nobles me perseguían sin motivo,

pero mi corazón respetaba tus palabras;

yo me alegraba con tu promesa,

como el que encuentra un rico botín;

detesto y aborrezco la mentira,

y amo tu voluntad.


Siete veces al día te alabo

por tus justos mandamientos;

mucha paz tienen los que aman tus leyes,

y nada los hace tropezar;

aguardo tu salvación, Señor,

y cumplo tus mandatos.


Mi alma guarda tus preceptos

y los ama intensamente;

guardo tus decretos,

y tú tienes presente mis caminos.


Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo

como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.


Salmo 132: Felicidad de la concordia fraterna


Ved qué dulzura, qué delicia,

convivir los hermanos unidos.


Es ungüento precioso en la cabeza,

que va bajando por la barba,

que baja por la barba de Aarón,

hasta la franja de su ornamento.


Es rocío del Hermón, que va bajando

sobre el monte Sión.

Porque allí manda el Señor la bendición:

la vida para siempre.


Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo

como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.


Salmo 139,2-9.13-14: Tú eres mi refugio


Líbrame, Señor, del malvado,

guárdame del hombre violento:

que planean maldades en su corazón

y todo el día provocan contiendas;

afilan sus lenguas como serpientes,

con veneno de víboras en los labios.


Defiéndeme, Señor, de la mano perversa,

guárdame de los hombres violentos,

que preparan zancadillas a mis pasos.

Los soberbios me esconden trampas;

los perversos me tienden una red

y por el camino me colocan lazos.


Pero yo digo al Señor: «Tú eres mi Dios»;

Señor, atiende a mis gritos de socorro;

Señor Dios, mi fuerte salvador,

que cubres mi cabeza el día de la batalla.


Señor, no le concedas sus deseos al malvado,

no des éxito a sus proyectos.


Yo sé que el Señor hace justicia al afligido

y defiende el derecho del pobre.

Los justos alabarán tu nombre,

los honrados habitarán en tu presencia.


Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo

como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.


Ant: Los profetas anunciaron que el Salvador nacería de la Virgen María.


Lectura


Jr 29,11.13

Así dice el Señor: «Sé muy bien lo que pienso hacer con vosotros: designios de paz y no de aflicción, daros un porvenir y una esperanza. Me buscaréis y me encontraréis, si me buscáis de todo corazón.»


V/. Los gentiles temerán tu nombre, Señor.

R/. Los reyes del mundo, tu gloria.



Oremos:


Dios todopoderoso y eterno, al acercarnos a las fiestas de Navidad, te pedimos que tu Hijo, que se encarnó en las entrañas de la Virgen María y quiso vivir entre nosotros, nos haga partícipes de la abundancia de su misericordia. Por Jesucristo nuestro Señor.

Amén.

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